Ni él se acordaba la cantidad de goles que habían hecho en su victoria ante el globo ("14 o 15", nos dijo - finalmente ganaron 11 a 1), ni siquiera los que había hecho él mismo...
Tomy (como lo llaman sus compañeros) es delantero, tiene 11 años y le encanta jugar al futsal. Dueño de una gambeta corta muy buena, gran precisión en su remate, y una mirada del futsal que pocos chicos de su edad tienen, a pesar de haber escondido sus manos debajo de las mangas largas de la camiseta durante todo el partido, mostraba que nada se le escurría entre los dedos, ni adentro de la cancha ni afuera.
Este pequeño jugadorazo, que tiene previsto seguir practicando este deporte junto a sus amigos y compañeros de categoría por mucho tiempo mas, la rompe en cada fecha junto a toda la octava y se perfila como un gran proyecto a futuro del club de Devoto.
Cuando le preguntamos cual es su sueño en el futsal, nos dijo "llegar a primera, jugar y divertirme", claro objetivo de un pichón de crack que con su corta edad despliega su calidad y disfruta de jugar con la casaca de Lama.
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